En la actualidad, el desarrollo del Aeropuerto de Chinchero en el Cusco enfrenta riesgos significativos, destacando la urgente necesidad de decisiones claras sobre la infraestructura a nivel nacional. El contrato de asesoramiento con la PMO coreana está por concluir en octubre, sin decisión sobre su extensión, y las obras apenas tienen un 10% de avance, lo que podría causar retrasos adicionales. La falta de progreso en componentes críticos, como la aeronavegación y la parte operativa, agrega preocupaciones, y la exministra de Transportes, Paola Lazarte, advierte sobre posibles paralizaciones si no hay un pronunciamiento inmediato del MTC.
El caso de Chinchero plantea interrogantes sobre la eficacia de la modalidad Estado a Estado (G2G) en proyectos de infraestructura. A pesar del entusiasmo inicial tras los Juegos Panamericanos 2019, se cuestiona la idoneidad de esta modalidad, especialmente en comparación con asociaciones público-privadas (APP). La contracción de ingresos fiscales refuerza la necesidad de un enfoque de riesgo compartido con el sector privado para impulsar el desarrollo de nueva infraestructura, priorizando la competitividad del país y garantizando un acceso eficiente al principal destino turístico peruano.
En vista de los desafíos actuales, se subraya la importancia de decisiones oportunas por parte del Ministerio de Transportes y Comunicaciones para evitar la paralización de las obras en Chinchero y reflexionar sobre la elección de modelos de financiamiento e implementación de proyectos de infraestructura en el país.
