El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso (Ositran) informó que las instalaciones del Nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJC) están casi listas, con un avance del 99%. En un comunicado reciente, detalló los aspectos pendientes en la construcción y pruebas de la infraestructura, que aún requieren atención antes de la inauguración formal.
El Ositran supervisa el proyecto de ampliación del aeropuerto, que incluye la construcción del Nuevo Terminal de Pasajeros, a cargo de Lima Airport Partners (LAP). LAP es la empresa concesionaria responsable del diseño, construcción, mantenimiento y operación del aeropuerto, conforme al contrato de concesión firmado con el Estado peruano.
Como regulador, el Ositran, con el apoyo del Consorcio Supervisor Cesel-Ineco, que cuenta con experiencia global en la supervisión de aeropuertos, ha estado siguiendo de cerca todas las fases del proyecto. Este proceso se desarrolla bajo un esquema denominado «fast track», que permite superponer las actividades de diseño y construcción para acelerar los tiempos y cumplir con los plazos contractuales.
En cuanto a la construcción y operación del Nuevo Terminal del AIJC, las obras civiles y la instalación del equipamiento se encuentran casi terminadas, con un avance del 99%. El 1% restante incluye tareas específicas como la integración del sistema de inspección de equipaje (HBS), la instalación de sensores en el sistema de control de acceso, y la conexión de la red LAN con fibra óptica para garantizar la fiabilidad del sistema.
Además de estos, se deben completar tareas de sincronización de los relojes del sistema, integración de sistemas de análisis de pasajeros y seguridad, pruebas de visualización de la información de vuelos en el Flight Information Display System (FIDS), y reparaciones finales en los pisos, cielorrasos y otros detalles arquitectónicos. Todo ello debe estar listo para asegurar que las instalaciones cumplan con los estándares de seguridad, calidad y eficiencia.
Entre las pruebas pendientes, se encuentran las de las pasarelas de embarque, los sistemas de inspección de equipaje, la planta de combustible, los sistemas eléctricos y de aire acondicionado, así como el sistema de agua y la red contra incendios. Estas pruebas son esenciales para garantizar el correcto funcionamiento de la infraestructura antes de su puesta en marcha.
El Ositran también supervisa el proyecto ORAT, que abarca las actividades necesarias para la transición de operaciones entre el terminal antiguo y el nuevo. Este proceso debe ser manejado por LAP para asegurar que las operaciones continúen sin inconvenientes desde el primer día en el nuevo terminal. Las actividades de verificación están en curso, pero aún se requieren pruebas operativas adicionales y capacitaciones para los operadores y entidades involucradas.
Además, el Ositran realiza un seguimiento a las gestiones de la concesionaria para obtener las licencias, aprobaciones y certificaciones necesarias para la operación del nuevo terminal. Entre estas se incluyen el Certificado de Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones (ITSE), la Autorización de funcionamiento del aeródromo, la aprobación para la planta de combustible, y el certificado de operador para el personal de seguridad y orientadores.
Un tema adicional es la habilitación de una cobertura adecuada de telefonía móvil dentro del terminal de pasajeros. Aunque este servicio no es responsabilidad directa de la concesionaria, LAP está trabajando para garantizar que los usuarios cuenten con la señal necesaria para estar comunicados dentro del aeropuerto.
Fuera del ámbito de supervisión del Ositran, hay otros aspectos importantes que podrían afectar la experiencia de los viajeros. Estos incluyen la implementación de un sistema de transporte público eficiente para el ingreso de personal y pasajeros, así como la seguridad en las vías de acceso al nuevo terminal, que son coordinadas por la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
El Ositran también señaló que, aunque el plazo originalmente pactado para la construcción y operación del Nuevo Terminal del AIJC es el 30 de enero de 2025, aún no se ha alcanzado esa fecha. Por lo tanto, no se encuentra en una situación de incumplimiento contractual que justifique sanciones o penalidades.
El MTC y la concesionaria anunciaron recientemente que la inauguración del nuevo terminal se pospondrá hasta el 30 de marzo de 2025, y el Ositran está esperando una notificación formal sobre esta prórroga. Este ajuste de fechas permitirá a la concesionaria completar los trabajos pendientes y realizar las pruebas necesarias para garantizar una apertura exitosa del Nuevo Terminal del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.