El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) está en pleno impulso para la construcción del Anillo Vial Periférico en Lima y Callao. Este proyecto de 34.8 kilómetros de extensión busca unir 12 distritos, ofreciendo una solución al congestionado tráfico de la ciudad y mejorando la conectividad con importantes arterias como la Panamericana Norte, Panamericana Sur y la Carretera Central.
Para llevar a cabo esta obra, se requiere la adquisición de cerca de 3.000 predios a lo largo de su trazado. Hasta ahora, el MTC ha logrado comprar 546 propiedades tanto públicas como privadas, con un desembolso económico que supera los S/184 millones. Sin embargo, este proceso no está exento de controversias, como lo demuestra la resistencia de algunos vecinos afectados.
A pesar de las reuniones informativas y los beneficios ofrecidos por el MTC a los propietarios que accedan a transferir sus terrenos, como un 20% adicional sobre el valor del inmueble y compensaciones por perjuicio económico, numerosos residentes se oponen a ceder sus propiedades. Esta resistencia ha llevado a la formación de la Asociación de Propietarios Afectados por el Anillo Vial Periférico y ha generado preocupación en instancias como la Defensoría del Pueblo sobre posibles conflictos sociales.
La importancia del Anillo Vial Periférico radica en su capacidad para mejorar la movilidad y facilitar el acceso a importantes proyectos de desarrollo en la región, como el Muelle Sur, el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, el Puerto de Chancay y el futuro Parque Industrial de Ancón. Sin embargo, su construcción plantea desafíos significativos en términos de negociación con los propietarios afectados y el manejo de posibles tensiones sociales.
