Lima, una de las ciudades más congestionadas del mundo, está a punto de dar un paso trascendental para aliviar sus problemas de tráfico. Con una inversión monumental, el Anillo Vial Periférico (AVP) está a punto de convertirse en una realidad tangible para los habitantes de la capital peruana y del Callao. Este proyecto, que se espera sea adjudicado pronto, busca revolucionar la movilidad en la región, con la promesa de reducir significativamente los tiempos de viaje y descongestionar las vías más transitadas.
El AVP, con sus 34.8 kilómetros de extensión, no solo será una conexión entre puntos clave de Lima y el Callao, sino que también promete mejorar la accesibilidad a importantes infraestructuras como el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y los megapuertos de la región. Además, se espera que esta nueva vía impulse el desarrollo económico de la zona, generando miles de empleos tanto durante su construcción como en su fase operativa y de mantenimiento.
Uno de los aspectos más destacados del proyecto es su impacto en los tiempos de viaje. Actualmente, desplazarse en auto por Lima puede ser una odisea, con recorridos que pueden llevar horas para cubrir distancias relativamente cortas. Con la implementación del AVP, se espera que trayectos que hoy demandan una hora o más puedan reducirse a tan solo 15 minutos, transformando radicalmente la experiencia de movilidad para millones de personas.
