El proyecto del tren urbano Lima–Chosica, impulsado por la Municipalidad Metropolitana de Lima, representa una oportunidad para transformar el desarrollo urbano del este de la capital. Sin embargo, su implementación debe enmarcarse en una estrategia integral de planificación territorial y transporte, advirtió la Cámara Peruana de la Construcción (CAPECO) durante la presentación del Informe Económico de la Construcción (IEC) N° 91.
“El tren no debe verse solo como un medio para conectar puntos geográficos, sino como un detonante de desarrollo en todo el territorio por donde pasa”, afirmó Guido Valdivia, vicepresidente ejecutivo de CAPECO. Según explicó, estas infraestructuras deben permitir articular vivienda, servicios, actividades productivas y espacios públicos, beneficiando a ciudadanos, inversionistas y operadores del sistema.
CAPECO resaltó que el tren Lima–Chosica puede convertirse en un componente clave de un sistema integrado de transporte que incluya el metro de Lima, el Anillo Vial Periférico, los trenes de cercanías y la Nueva Carretera Central. Pero su éxito dependerá de una ejecución técnicamente planificada y de un modelo de gestión transparente, competitivo y sostenible.
El gremio planteó que el servicio debe ser concesionado mediante concurso público, que considere inversiones para atender alta demanda con tarifas razonables, probablemente con apoyo estatal. Además, es indispensable construir una segunda vía férrea, adecuar estaciones y pasos a desnivel, e implementar medidas de seguridad vial.
Planificación urbana: una tarea pendiente
Uno de los puntos críticos señalados por CAPECO es la necesidad de que la Municipalidad de Lima elabore un Plan Urbano Específico para los 1,000 metros a cada lado del trazo del tren. Este plan debe definir usos de suelo orientados a vivienda, servicios, producción y recreación, y maximizar el impacto positivo del proyecto en la ciudad.
“No se puede repetir el error de implementar grandes obras de transporte sin planificación urbana. Si no se ordena el territorio en paralelo, se pierde gran parte del valor que generan estas infraestructuras”, indicó Valdivia.
Un momento decisivo para el país
CAPECO también destacó que el Perú enfrenta una coyuntura estratégica en materia de infraestructura. Además del tren Lima–Chosica, se han anunciado o iniciado megaproyectos como:
- La segunda línea del Metro de Lima, en construcción.
- Las líneas 3 y 4 del Metro, en fase de preinversión.
- El Anillo Vial Periférico, recientemente adjudicado.
- Los trenes de cercanías (Lima–Ica y Barranca–Lima).
- El nuevo parque industrial de Ancón.
- La Nueva Carretera Central, con salida desde Cieneguilla.
A estos proyectos se suma la propuesta internacional del Tren Bioceánico, que conectaría puertos brasileños del Atlántico con Bayóvar, Chancay y Marcona en el Pacífico. Se trata de una inversión estimada de hasta US$ 100 mil millones a lo largo de Sudamérica, de los cuales US$ 10 mil millones se ejecutarían en el Perú.
CAPECO concluyó que el Perú está ante una oportunidad única para reorganizar su crecimiento urbano y territorial, articulando transporte, vivienda y producción bajo una visión integral. Pero advirtió que, sin planificación, capacidad técnica e institucionalidad sólida, estas oportunidades podrían desaprovecharse, como ha ocurrido en el pasado con otros recursos estratégicos del país.