7 enero, 2025

Luz Ámbar destaca que ha llegado el momento de implementar el sistema integrado de transporte en Lima

Luz Ámbar destaca que ha llegado el momento de implementar el sistema integrado de transporte en Lima

El Sistema Integrado de Transporte (SIT) es la única solución viable para poner fin al caos que impera en las calles de Lima, donde más de 10 millones de personas conviven diariamente con vehículos informales que compiten por los pasajeros, generando un ambiente de inseguridad. ¿Qué es lo que se necesita para convertir este proyecto en una realidad?

Luis Quispe Candia, presidente de la ONG Luz Ámbar, subrayó que Lima es la única ciudad de Sudamérica que aún no cuenta con un sistema integrado de transporte, destacando que incluso Bolivia ha logrado implementar teleféricos como parte de su sistema de transporte. Según el experto, esta es una deuda que la capital peruana tiene con sus habitantes.

El Sistema Integrado de Transporte tiene como principal ventaja permitir a los usuarios realizar trasbordos entre diferentes servicios de transporte de manera sencilla y económica. Servicios como los corredores, los trenes, el Metropolitano, entre otros, estarían interconectados, lo que facilitaría el traslado de los pasajeros con un solo pago y en un tiempo considerablemente más corto.

Quispe Candia resaltó que el Perú está atravesando un momento económico propicio para invertir en la mejora del sector de transporte, que se encuentra al borde del colapso. Asimismo, mencionó el interés político que se ha despertado en torno al tema, lo que representa una oportunidad para impulsar los cambios necesarios, siempre que exista la voluntad política para materializarlos.

El 11 de diciembre, el Congreso de la República aprobó por unanimidad la Moción de Orden del Día 14995, que solicita al Poder Ejecutivo declarar en emergencia el sistema de transporte en Lima y Callao por 120 días hábiles. Este período busca convertir el sistema de transporte en uno más seguro, eficiente, moderno y sostenible, con un menor impacto ambiental.

Quispe Candia opinó que sería prudente aprovechar esta declaración de emergencia para destinar recursos que permitan hacer inversiones significativas, como la creación del Sistema Integrado de Transporte, la mejora de la semaforización y la optimización de la viabilidad de la ciudad. Sin embargo, advirtió que todo dependerá de la acción del Poder Ejecutivo para concretar estos cambios.

Actualmente, Lima registra alrededor de 22 millones de viajes diarios. Sin embargo, solo 1.2 millones de estos viajes se realizan a través de sistemas modernos como la Línea 1 del Metro, el Metropolitano y los corredores complementarios. El resto de los viajes se llevan a cabo en unidades de transporte tradicionales, como combis, cústers y buses antiguos, lo que agrava aún más el problema del caos en las calles.

El sistema de transporte público de Lima está dominado por vehículos de más de 30 años de antigüedad, lo que agrava la informalidad en su funcionamiento. Según el experto, las 385 empresas de transporte que operan en la ciudad no son propietarias de las unidades, sino que funcionan como simples afiliadoras, lo que aumenta los riesgos para los usuarios.

Las autoridades han intentado obligar a las empresas a formalizarse, pero hasta ahora no se han logrado avances significativos. En 2009, se estableció un requisito para que las empresas tuviesen un capital mínimo, pero este fue rebajado por la Municipalidad de Lima, lo que no ha sido suficiente para mejorar la situación.

Para implementar el Sistema Integrado de Transporte, Luz Ámbar estima que se necesitarían aproximadamente 14,000 buses con un tamaño igual o superior a los 9 metros. El costo de esta inversión podría oscilar entre 2,000 y 2,800 millones de dólares, dependiendo de si se opta por vehículos eléctricos o a gas. Quispe Candia propone una asociación público-privada similar a la utilizada para la Línea 1 del Metro, donde el 70% de la inversión provino del Estado y el 30% de empresas privadas.

Quispe Candia también citó el ejemplo de Chile, que en 2007 implementó el sistema de Transantiago, un cambio radical que implicó la salida de circulación de combis y cústers, y la entrada de 5,000 buses nuevos. Si bien el cambio generó una gran controversia al principio, las personas se adaptaron con el tiempo debido a las ventajas del sistema integrado, como mayor limpieza, mejor tiempo de viaje y costos más bajos.

El presidente de Luz Ámbar destacó que, si se realiza una inversión adecuada, el sistema integrado de transporte podría implementarse en Lima en un período de 4 a 5 años, y no en varias décadas como algunos temen. Sin embargo, reconoció que la transición no será fácil, especialmente al principio, ya que los usuarios tendrían que caminar más para acceder a las paradas de buses.

En cuanto a los buses viejos, Quispe Candia explicó que no es posible adquirir 10,000 buses de la noche a la mañana. Sin embargo, propuso un plan de «chatarreo» en el que el Estado compraría los vehículos con más de 15 años de antigüedad y permitiría que aquellos con menos de 5 años sigan en circulación. Esto también podría generar oportunidades para que los inversionistas recuperen parte de su dinero.

El experto sugirió que los conductores o empresarios que no deseen continuar en el negocio del transporte reciban un apoyo del Estado mediante programas de reconversión laboral, tal como se hizo en Chile y Colombia. Esta medida ayudaría a mitigar el impacto social del cambio en el sistema de transporte.

Quispe Candia también expresó su preocupación por la reciente aprobación de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) para permitir la ampliación de operaciones de vehículos con más de 35 años de antigüedad. Según el experto, si estas empresas no han logrado capitalizar en 34 años, será imposible que logren hacerlo en los próximos cinco años, lo que hace imprescindible la intervención del Estado para adquirir los nuevos buses.

Finalmente, el presidente de Luz Ámbar subrayó que la implementación del Sistema Integrado de Transporte tendrá un impacto significativo en la forma en que se mueve Lima. Además de reducir el número de taxis, se conseguirá un transporte más rápido, más barato y menos congestionado, lo que incentivará a los limeños a dejar sus autos en casa.

Para que el sistema funcione correctamente, Quispe Candia enfatizó la necesidad de una semaforización moderna e inteligente en la ciudad. Señaló que, a pesar de los esfuerzos de la Municipalidad de Lima, solo una fracción de las intersecciones de la ciudad está semaforizada de manera adecuada, lo que contribuye a la congestión. Instó a que se implementen semáforos inteligentes, una tarea que podría llevarse a cabo en un plazo de tres años si se utiliza la tecnología disponible, como la fibra óptica e internet.

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