Manos a la obra: Así se planea reiniciar con los proyectos de infraestructura

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones emitió 8 protocolos para el reinicio de la construcción de puertos, aeropuertos, carreteras, entre otros.

Mediante Decreto Supremo 080-2020-PCM, el Ejecutivo publicó el Plan de Reactivación Económica, el cual comprende cuatro fases. En su primera fase, junto a los sectores Minería, Pesca y Construcción, también está comprendida la reactivación de los proyectos de infraestructura comprendidos en el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC), así como otros 56 proyectos del sector Transportes y Comunicaciones, los cuales no han sido revelados.

En su presentación ante la Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso, el ministro del sector, Carlos Lozada, informó que esta reactivación contemplaba protocolos estrictos para evitar el contagio por parte de los trabajadores, pero también aclaró que la obra pública que se ejecutaría sería, en principio, de niveles básicos. Es decir obras como la remoción de tierras, escombros, mantenimiento de carreteras, entre otro tipo de labores que buscaría evitar la cercanía entre personas.

Para lograr ejecutar la obra civil, señaló el titular del MTC, tendrían que reactivarse industrias tales como la producción de cemento, acero, tubos y materiales de construcción, los cuales necesitan un periodo para volver a producir para abastecer la demanda del país. De igual forma, se reiniciarían las actividades en construcciones de obra pública, pero también en obras concesionadas o desarrolladas bajo el esquema de Alianza Público-Privada, comprendidas en el PNIC.

Ayer por la noche, el MTC emitió el respectivo protocolo sanitario para reactivar estas obras. Así, se emitieron siete protocolos sanitarios para la reactivación de las siguientes labores: mantenimiento de carreteras, construcción y servicios de carreteras, consultorías de obra, operación de redes de telecomunicaciones, construcción de aeropuertos, construcción de puertos y ejecución de obras en metros y ferrocarriles.

Estos protocolos contemplan medidas que deben tomar los contratistas o concesionarios tanto en sus instalaciones como en el momento de la ejecución. Se recomienda desde evitar las reuniones físicas de trabajo, mantener distancia en los comedores y campamentos, proveer de Equipos de Protección Personal a los trabajadores, entre otros.

El procedimiento ante el MTC

De igual forma, mediante la resolución ministerial 259-2020/MTC, el ente rector del Transporte y las Comunicaciones estableció cuál será el procedimiento para obtener la autorización de reanudación de actividades. Así, cada unidad competente del MTC será el encargado de brindar las autorizaciones a las actividades de su subsector, por lo que serán los encargados de evaluar los protocolos, emitir los requisitos y supervisar el cumplimiento de las medidas de seguridad.

Los contratistas deberán emitir su solicitud de reanudación y el MTC tendrá un plazo máximo de 5 días para autorizar o denegar la autorización para el reinicio de actividades. Si no hubiera respuesta, se aplica el silencio administrativo positivo. En caso de una autorización positiva, el MTC también brindará un usuario y contraseña para que el concesionario o ejecutor se registre en el SICOVID-19, sistema de georreferenciación creado para supervisar las actividades.

Efecto a corto y largo plazo

Para Carlos Casas, Decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Pacífico, sí es sensato reactivar la obra pública y los proyectos del PNIC, pues en un año duro para la economía peruana, la reactivación de obras de infraestructura podría significar una inyección de recursos en el corto plazo, pero también tendría un beneficio a largo plazo, pues el déficit de infraestructura del país es enorme.

“La idea es no inyectar dinero solo pensando en el corto plazo, sino también en el corto plazo. Desde el punto de vista sanitario presentan una ventaja. Como son obras grandes -están haciendo puentes, están trabajando en el aeropuerto-, son obras que permiten el distanciamiento social. Probablemente van a ir a un ritmo más lento, pero van a entrar cuadrillas. Permite tener turnos continuos, pero con menor número de gente cada turno. Las de transporte e infraestructura permite mejorar competitividad y conectividad en la economía”, señaló Casas.

El economista estimó que la inversión pública tendrá una caída entre -10% y -15% este año, con una leve recuperación por la parte final del año. Incidió que es importante el gasto en inversión, pues la crisis de los años 80’ fue la que generó un gran déficit de infraestructura por lo que no se debería permitir que vuelva a suceder ahora, que el Estado tiene mayor solidez financiera que en la época mencionada.

“Además desde el punto de vista macro es importante el gasto de inversión, porque en el corto plazo pone a girar la economía y en el largo plazo pone a girar la infraestructura. Ahora que hay recursos, nos podemos endeudar. Saliendo de la emergencia y de todo el gasto corriente, debemos salir con un paquete de inversión pública fuerte”, sostuvo Casas.

Por su parte, Marcel Ramírez, docente de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, consideró que para la reactivación de estas obras, el Estado debe “optimizar los procesos y la provisión de bienes y servicios con visión de valor público”, además consideró que se debe tener un planeamiento estratégico y un sistema de información que asegure la mejora continua de la gestión pública.

“El gasto nunca mejorará en su calidad si antes la PCM no nos explica los hitos importantes en la implementación de los pilares de la Modernización del Estado. No servirá de mucho si solo deseamos que mejore la calidad del gasto público a través de directivas cuando el problema está en el nivel micro de la operación pública. Por esta razón, la crisis del Covid-19 nos otorga una excepcional oportunidad de introducir cambios radicales en los métodos y formas de llevar adelante la gestión de la inversión pública”, sostuvo.

Fuente: Gestión