La Línea 1 del Metro de Lima, un medio de transporte esencial para miles de personas en la ciudad, ofrece un servicio seguro y eficiente para sus usuarios. Sin embargo, para garantizar una experiencia de viaje óptima para todos, es fundamental que los pasajeros conozcan y respeten las normas establecidas por la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU).
En primer lugar, es importante recordar la seguridad en los andenes. Se debe evitar correr y permanecer siempre detrás de la línea amarilla hasta que el tren llegue y se detenga por completo. Los niños siempre deben ir agarrados de la mano de un adulto y se debe esperar a que la puerta del tren esté totalmente abierta antes de ingresar.
Al subir al tren, los usuarios deben asegurarse de que sus pertenencias o alguna parte de su cuerpo no obstaculice el cierre de puertas. Hay que esperar a que se encienda la luz verde del botón de la puerta para ingresar y permitir que primero bajen los demás usuarios.
Para mantener un ambiente agradable y respetuoso, se recomienda utilizar audífonos si se está escuchando música, evitar ingerir bebidas o comidas y colocar la mochila en la parte delantera si se lleva una. Además, es importante ceder el asiento a personas que lo necesiten, especialmente a personas en condiciones de vulnerabilidad como personas con discapacidad, embarazadas, niños y adultos mayores.
En cuanto a la seguridad, la ATU recuerda que no se permiten objetos peligrosos como pintura, kerosene, tíner, GLP, globos metálicos, entre otros. Si el personal de la Línea 1 detecta alguno de estos productos, puede negar la entrada del usuario a la estación o tren.
Acceder al servicio bajo los efectos de drogas o alcohol, así como la venta ambulatoria o el intercambio de mercancías, también está prohibido. Finalmente, para evitar situaciones inseguras como caídas, no se permite transitar en skate o patines dentro de las estaciones.
La ATU invoca a los usuarios de la Línea 1 a tener en cuenta estas importantes recomendaciones para garantizar un viaje seguro y agradable para todos. Al seguir estas normas, se contribuye a crear un ambiente de respeto y convivencia dentro del sistema de transporte público.
