Chile comenzó el martes el proceso de licitación para la expansión de su puerto más importante, San Antonio. A través de un llamado público para la precalificación de empresas nacionales e internacionales, el país busca iniciar una obra que, con financiamiento público y privado, tendrá un costo total de 4,000 millones de dólares. Esta iniciativa es parte de los esfuerzos del gobierno chileno para mejorar la infraestructura portuaria y mantener su competitividad en el comercio internacional.
El ministro de Transportes de Chile, Juan Carlos Muñoz, expresó que la expansión permitirá que el puerto de San Antonio sea capaz de movilizar aproximadamente seis millones de contenedores al año y recibir los barcos más grandes que actualmente navegan por el mundo. Esta inversión, sin duda, posicionará a Chile como un jugador clave en el comercio marítimo global.
En respuesta a este anuncio, Carlos Tejada Mera, gerente general adjunto de Cosco Shipping, comentó a La República que, aunque Chile está dando pasos importantes para mejorar su infraestructura portuaria, el puerto de Chancay, en Perú, tiene una ventaja estratégica clave. Chancay ofrecerá rutas directas hacia Asia, lo que podría reducir los tiempos de transporte de 10 a 12 días, lo que representa una ventaja significativa en términos de eficiencia logística.
Tejada destacó que el comercio internacional depende en gran medida de los puertos, y más del 85% de este comercio se realiza a través de la vía marítima. Aunque Chile está invirtiendo en mejorar sus puertos, Chancay tiene la capacidad de ofrecer rutas directas al mercado asiático, lo cual podría resultar en una integración eficiente de las cargas del Pacífico. «Chancay tiene una oportunidad grande al contar con rutas directas hacia Asia», aseguró Tejada.
En cuanto al posible impacto de estas inversiones en Chile, Tejada expresó que la expansión de puertos en ese país es una buena noticia, ya que puede mejorar la eficiencia en el manejo de carga. Sin embargo, también ve a Chancay como una oportunidad para transportar mercancías de manera complementaria. «No necesariamente necesitamos competir, sino que podemos integrarnos en esta visión», concluyó, refiriéndose a la posibilidad de colaboración entre ambos puertos.
Una de las estrategias clave que Tejada destacó para impulsar el crecimiento de las exportaciones no tradicionales es atraer inversiones de empresas que se dediquen a la transformación tecnológica. Estas empresas, al establecerse en el país, no producen todos sus componentes internamente, sino que transfieren tecnología a pequeñas y medianas empresas locales. Esto podría generar un gran dinamismo para la industria local y permitirles producir componentes avanzados, como motores eléctricos y baterías, en lugar de exportar solo materias primas como cobre.
Tejada usó el ejemplo de la empresa china BYD, fabricante de vehículos eléctricos, para ilustrar cómo las empresas tecnológicas pueden beneficiar a las pequeñas y medianas empresas locales. Si una empresa como BYD tiene miles de componentes en sus productos, no puede importar todo, por lo que selecciona empresas locales a las que transfiere tecnología para la producción de partes específicas. Esto permite el crecimiento de la industria local y la generación de empleo en sectores más avanzados tecnológicamente.
En la zona de Chancay, varias empresas de logística, hotelería, restaurantes y turismo ya se están instalando, pero Tejada subrayó que el objetivo principal es atraer inversiones de compañías dedicadas a la transformación tecnológica. Esto permitiría agregar valor a los productos peruanos, como baterías eléctricas y transformadores, y evitar la exportación solo de materias primas.
Por otro lado, Tejada también mencionó el progreso del Puerto de Chancay, que actualmente se encuentra en una fase de funcionamiento en prueba. Esta etapa, que comenzó el 16 de noviembre y finalizará en mayo, ha demostrado ser exitosa hasta el momento. En promedio, están recibiendo cuatro naves por semana y han manejado más de 2,000 contenedores en diciembre.
El gerente de Cosco Shipping destacó que la implementación de la productividad del puerto va de acuerdo con lo previsto y que, a medida que avancen en esta etapa de prueba, el puerto seguirá aumentando su capacidad para recibir todo tipo de naves, incluidos buques de carga granel, carga general, flotante y contenedores. Con la meta de pasar a la operación plena en mayo, esperan un incremento en la productividad del puerto y una consolidación de su rol como un puerto clave en la región.
En resumen, mientras Chile avanza en la modernización de su infraestructura portuaria, el Puerto de Chancay sigue consolidándose como una importante opción para el comercio internacional, ofreciendo ventajas estratégicas como rutas directas hacia Asia. Ambas iniciativas podrían coexistir y complementarse en beneficio de la región, impulsando el comercio y la economía local.