Debido a la capacidad del megapuerto de Chancay para recibir naves de gran calado y su estratégica ubicación geográfica, el trayecto al mercado asiático se verá reducido significativamente. Según Claudia Sícoli, directora de la carrera de Economía de la UPC, este nuevo terminal portuario reducirá el tiempo de viaje de 13 a 15 días, en comparación con los actuales 35 a 40 días requeridos. Este anuncio implica no solo una notable reducción en los tiempos de transporte, sino también una potencial disminución de costos para los exportadores, generando eficiencias en las operaciones de comercio internacional.
La capacidad del puerto de Chancay para recibir buques de más de 16,000 TEU (Twenty-foot Equivalent Unit) lo posiciona como un hub portuario crucial en la región latinoamericana. Esta capacidad, que muchos otros puertos en la región no poseen, permitirá agilizar el traslado de mercancías y evitar que los buques deban dirigirse a puertos distantes como Los Ángeles o europeos, como ocurre en la actualidad.
Además del impacto en el comercio peruano, el megapuerto de Chancay también atrae el interés de países vecinos como Brasil, Colombia y Chile. Funcionarios brasileños ya han expresado su interés en reorganizar su comercio con Asia a través de las instalaciones de Chancay. Esto sugiere un potencial aumento significativo en el tráfico comercial, consolidando a Chancay como un competidor clave en el mercado portuario sudamericano.
Sin embargo, existen desafíos legales que rodean la exclusividad del uso del megapuerto de Chancay. A pesar de esto, Claudia Sícoli enfatiza la importancia de establecer regulaciones que beneficien a Perú en mayor medida. A medida que el proyecto avanza, se espera que contribuya significativamente al Producto Bruto Interno (PBI) del país y que, una vez en funcionamiento, tenga un impacto positivo en la economía nacional.