En la madrugada del lunes, un deslizamiento de lodo y piedras bloqueó la vía férrea entre Ollantaytambo y Machu Picchu, en la región de Cusco, debido a intensas lluvias. En el kilómetro 144, en la zona de Mandor, se desprendieron toneladas de escombros, dejando dos personas desaparecidas y 17 afectados. Ferrocarril Trasandino estima dos días para rehabilitar la vía. La Policía Nacional del Perú brinda seguridad, mientras Fetransa realiza labores de limpieza. Una mujer relata cómo quedaron atrapados, logrando salvarse, pero una niña y su madre fueron arrastradas por un huaico.
Este incidente ha llevado a la clausura temporal de la línea ferroviaria vital entre Machu Picchu y una hidroeléctrica. La Oficina de Gestión de Riesgos de Cusco atiende a los afectados, con la búsqueda continua de las personas desaparecidas. La compañía insta a los operadores ferroviarios a tomar medidas y asegura proporcionar actualizaciones oportunas sobre la reanudación de servicios. La Policía Nacional del Perú y la empresa Fetransa colaboran en la seguridad, asistencia, y labores de limpieza en la zona afectada.
El Centro de Operaciones de Emergencia Regional de Cusco coordina los esfuerzos para liberar la vía lo más pronto posible. A pesar de la tragedia, la comunidad trabaja unida para enfrentar las consecuencias del deslizamiento, demostrando resiliencia y solidaridad en medio de la adversidad.