El Anillo Vial Periférico, proyecto destinado a descongestionar Lima y mejorar los tiempos de traslado para más de 4.5 millones de ciudadanos, ha atraído el interés de inversores, especialmente del consorcio conformado por las empresas Ferrovial, Sacyr y Acciona. Tras la declaratoria de interés, la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Proinversión) anunció un período de 90 días para que otras empresas puedan competir con el consorcio español.
En caso de ausencia de otras ofertas, el contrato se otorgará directamente a Ferrovial. La adjudicación directa se espera en el segundo trimestre del año, según el cronograma de Proinversión. Si hay más interesados, se realizará un concurso público con la entrega del contrato en el cuarto trimestre de 2024.
El grupo concesionario se encargará de la autopista de 34.8 kilómetros, atravesando 11 distritos en Lima Metropolitana y uno en el Callao. La inversión total estimada es de US$ 3,396 millones, con la concesión a través de una Asociación Público-Privada (APP) cofinanciada.
Eduardo Escobal Mc Evoy, consultor internacional en infraestructura y APP, sugiere que las empresas podrían preferir participar como contratistas más que como inversionistas debido al volumen de inversión y la competencia. Sin embargo, destaca la alineación entre el sector público y privado para lograr una ejecución eficiente del proyecto, aunque resalta la importancia de gestionar los riesgos asociados con expropiaciones y interferencias de servicios públicos.