La economía peruana experimentó su peor desempeño en 2023, destacándose la contracción en la inversión fija como un componente crucial. Según el LatinFocus Consensus Forecast y el Banco Central de Reserva del Perú, la inversión fija disminuyó un 5.8%, con la inversión privada cayendo alrededor del 7.6%. La inversión pública mostró un ligero crecimiento del 1%, insuficiente para contrarrestar la caída general del 0.5% en la economía peruana.
Para el 2024, las expectativas de inversión fija se presentan mixtas. Aunque se anticipa un rebote en la inversión pública, los analistas del Instituto Peruano de Economía (IPE) sugieren que la inversión privada permanecerá en terreno negativo durante la primera mitad del año. La proyección del IPE indica un crecimiento del 0.8% en la inversión general, destacando la importancia de la recuperación de la confianza empresarial y la ejecución eficiente de proyectos de infraestructura.
El exministro de Economía, Luis Miguel Castilla, aporta una visión más optimista, previendo un repunte general del 3.5% en la inversión total para 2024. Sin embargo, señala la necesidad de concluir proyectos en curso, como el aeropuerto Jorge Chávez y el puerto de Chancay, para estimular el crecimiento. La infraestructura vial se convierte en un elemento clave para la recuperación, vinculando la inversión con la generación de empleo y el aumento del consumo privado.
En resumen, la infraestructura vial se erige como una piedra angular en la revitalización económica de Perú. La inversión fija, especialmente en proyectos emblemáticos de infraestructura, se presenta como un factor crucial para la recuperación, exigiendo una atención especial del gobierno para destrabar y ejecutar proyectos de manera eficiente. La confianza empresarial y la modernización del marco regulatorio laboral también se destacan como elementos esenciales para generar un entorno propicio a la inversión y el crecimiento sostenido.
